Add parallel Print Page Options

«Haz dos trompetas de plata labrada a martillo, las cuales te servirán para reunir a la gente y para dar la señal de partida. Cuando se toquen las dos trompetas, todo el pueblo deberá reunirse ante ti, a la entrada de la tienda del encuentro con Dios. Pero cuando se toque una sola, se reunirán solamente los principales jefes de tribu.

Read full chapter